Ya sea que usted esté en auto cuarentena o practicando distanciamiento social, todos nos estamos adecuando a una nueva normalidad en medio de la pandemia de enfermedad del coronavirus (COVID-19). Cada uno reacciona de una manera distinta ante situaciones estresantes.
Debemos tener claro que la contingencia por el coronavirus ha roto nuestra cotidianidad laboral y familiar, los cual ha derivado en la suspensión brusca de nuestras actividades cotidianas significativas, así como también de compromisos sociales habituales. Esto puede conducirnos a momentos de ansiedad, depresión y cambios en nuestros estados de ánimo que pueden afectar la sana convivencia familiar en casa. La clave es no desesperarse, hay que dar tiempo para el control de esta emergencia y esperar que termine su ciclo.
Debemos adoptar un buen uso y manejo de las redes sociales, ya que estas, además de ser necesarias para la conectividad en el momento, también pueden ofrecer muchas notas no basadas en evidencias científicas y pueden contribuir a una mayor ansiedad, estrés e incluso generar pánicos infundados
Consejos
* Analicemos que esta estadía en casa no es una situación negativa sino que estamos contribuyendo solidariamente al bienestar de la sociedad. Estás dando así un ejemplo de responsabilidad y solidaridad.
* Es una oportunidad para fortalecer los vínculos familiares que muchas veces dejamos a un lado por las demandas de nuestro trabajo.
* Procuremos elaborar actividades de juegos y recreación, por ejemplo, cine en casa, manualidades, juegos de mesa y de videos compartidos; incluso podemos dedicar un tiempo al mantenimiento del hogar. Reflexionemos sobre todo lo que podemos hacer. Así evitamos estar sobrexpuestos a las informaciones en redes sociales.
* Es una oportunidad también para reforzar hábitos de autocuidado, como lavarse las manos varias veces al día, cambiarse de ropa diariamente y aseo permanente, necesarios no solo frente a la actual crisis sino que son de suma importancia para la higiene personal diaria.
* El aislamiento sugerido es una oportunidad para cambiar hábitos que promuevan la salud mental y el bienestar en el grupo familiar.
* Manejemos nuestras emociones frente al aislamiento generado por las medidas de control del virus. Evitemos el pánico. Pueden aparecer miedos, temores y ansiedades en un momento. Conversemos sobre estas emociones. Escuchémonos mutuamente y esto permitirá conocer las emociones presentes y darles el adecuado manejo.
* Todo problema debe ser visto como una oportunidad. Es el momento de fortalecer los vínculos familiares y sociales.
* En caso de alguna dificultad física o emocional que no podamos controlar, no dudemos en consultar a un médico o un psicólogo.